miércoles, 24 de noviembre de 2010

Fiestas de fin de año

Creo que las fiestas de fin de año son como las Torres de Chenoa: un menjunje de cosas, personas y sentimientos. Comemos de más, reímos, lloramos, hacemos balances que a veces son innecesarios. Hablamos de gente que no está, decimos"uff, ¡con este calor cocinar!" y "Uff, ¡para qué comí tanto!". Ingerimos nueces y turrones como si estuviéramos en el hemisferio opuesto. Hacemos muchas cosas raras, pero siempre esperamos las fiestas. Siempre un nuevo año nos trae esperanza, como si traspasáramos una puerta transparente y volviéramos a Cero.

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