La distancia es el asunto primordial.
La intensidad de la pulsión es proporcional a la distancia a la que se encuentra el objeto deseado.
El deseo es esa distancia.
Algunas veces ocurre a la inversa,
y se amplifica a medida que se da una aproximación,
a medida que los cuerpos se acercan,
pero
siempre existe un límite autoimpuesto,
porque
la consumación es la gran enemiga del deseo.
del cortometraje Un juego absurdo.
Una genialidad, realmente.
ResponderEliminarUna genialidad.